20 abril, 2020

En medio de la declaración de cuarentena obligatoria el CTA se ha sumado a la cruzada solidaria por el COVID-19. Se realizan ensayos de piezas claves para instrumentación de salud y forma parte del equipo de voluntariado dentro de Makers La Plata, trabajando junto a la Escuela de Aeromodelismo La Plata (EALP) y el Laboratorio de Software Libre para Arte y Diseño (SLAD) en la fabricación y diseño de pantallas faciales (acordes al Protocolo de Equipo Personal de Protección EPP).

A raíz de de la Emergencia Sanitaria decretada por el Estado Nacional Argentino ratificando las declaraciones de la Organización Mundial de La Salud (OMS), se alzó una cuarentena con prorroga indefinida que expone la gravedad del contagio de la nueva enfermedad, pandémica, COVID-19. Ante esta situación el Ministerio de Saludo y las diferentes instituciones médicas elevaron los niveles del Protocolo EPP (Protocolo de Equipo Personal de Protección) al nivel 3 (AIII), aquello que elevó repentinamente la demanda del equipo completo de nivel facial para todos los niveles de atención médica, equipo compuesto por antiparras selladas, tapa bocas Niosh 95 (o similares tricapa) y pantallas faciales. Quedando el equipo integral (mono, cofias, cubre-zapatos, además de los guantes) para las áreas de mayor contaminación ambiental o bien de intervención directa de pacientes. La gran demanda y la inmediatez de la crecida de la curva de contagio expuso la urgencia de acceder a las protecciones adecuadas para las cuales los hospitales y centros de salud no estaban preparados, allí surge la motivación de la Escuela de Aeromodelismo de La Plata (EALP) en poner a disposicón las Impresoras 3D de la escuela, y las personales de sus integrantes, para enfrentar la odisea del abastecimiento, rapidamente reclutaron impresores 3D, y se unificaron con un grupo de impresores ya constituido, proclamando así la organización voluntaria de emergencia frente al COVID-19 como Makers La Plata, así comenzaron las primeras de muchas donaciones.

A la cruzada se sumaron la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), de la mano del vice-rector Marcos Actis, a través del covenio marco que une a la EALP con la UNLP, gestionando fondos para continuar impulsando la gran maquinaria del voluntariado que se había iniciado, y para ello se vincularon al Laboratorio de Software Libre para Arte y Diseño (SLAD) y el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) ambos pertenecientes a la UNLP. Aportaron espacio de acopio y logística para la recolección de las protectores faciales en cada punto de impresión (es decir, la casa particular de cada impresor/ formato de producción en contexto de cuarentena y emergencia sanitaria) repartir el filamento donado y entregar a las instituciones sanitarias las respectivas protecciones.

A través de ésta organización de voluntariado (autoconvocada) ya se llevan impresas y entregadas más de 4 mil pantallas faciales a más de 90 centros de salud, entre hospitales, CAPs, la Sociedad de Anestesiología, además de entregas a consultorios y médicos particulares. La misión es llegar a la mayor cantidad de personal de salud posible, contemplando las posibilidades de producción, los tiempos, mantenimiento de las maquinarias etc., la motivación está puesta en el voluntariado y las donaciones, las pantallas faciales son gratuitas, la creencia firme es que no deben comercializarse para el personal de salud (ya que son los actores centrales en medio de la pandemia, y de mayor exposición). Por éste motivo es que la organización de Makers La Plata recibe donaciones, y busca cubrir los costos de la materia prima y los traslados de la misma.

La iniciativa se forma sobre la base de contenido Open Sourse, la pantalla facial que inicialmente se comienza a imprimir deriva de la Mascara Ferrovial diseñada en España puesta a disposición en la web para su acceso, como instrumento de protección para los operarios de los medios de transporte, que rápidamente fue adopatada en distintos rubros. Las primeras modificaciones las gestionaron dentro de un sub-equipo coordinado por el SLAD, donde se incorporaron impresores y Diseñadores para desarrollar piezas accesorias, además de ajustes de parámetros y asistencia para coordinar las más de 120 impresoras articuladas desde la organización (cada una con su software, su nivel de tolerancias y sus particularidades funcionales). Parte de las modificaciones contaron con el aporte de los medicos del Policlinico San Martín de La Plata quienes hicieron retroactiva su participación como testers de las protecciones. De ésta manera comenzó un proceso colaborativo de diseño y producción de equipamiento de protección para la emergencia sanitaria.

Continuando con el desarrollo se sumó el CTA para realizar las adecuaciones normativas pertinentes al Protocolo EPP, siguiendo las normas UNE-EN 1666-2002, ANSI/ISEA Z87.1-2015, UE 86/686/CEE, ISO equivalentes, y revisiones ergonómicas (solicitadas por resoluciones del Ministerio de Trabajo y Ministerio de Salud). Así entre el equipo multidisciplinar surgieron multiples propuestas de pantallas faciales que responden con mayor inclusividad diferentes perfiles de rostro a la vez que permiten utilizar debajo de la misma antiparras selladas y tapabocas formato copa o pico de pato las cuales tienen mayor volumen. De éstas derivaron en un modelo de ventilación indirecta para evitar que se empañe la lámina transparente a la vez que cubre la parte superior entre la pantalla y la frente evitando las salpicaduras de gotas, y por otro lado se dejaron para impresiones extra modelos de ventilación directa que permiten ser utilizados en áreas de menor riesgo como espacios ventilados, uso comercial, uso administrativo (tal es el caso del personal no docente parte del voluntariado de la UNLP).

El modelo destinado al personal sanitario es de código abierto, y posee una licencia Creative Commons, es gratuito, no comerciable, solo deben costearse los materiales para fabricarlos.

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